“Y me quede soñando; con la ilusión a cuestas,
con la esperanza guardada en el bolsillo roto del pantalón”
Ricardo Montaner, Será.

La espera siempre tiene una forma curveada.
Se pinta con el arco que hace el sol en el cielo
mientras las horas se arrastran
sin traer respuestas en sus bolsillos.

Toman la forma ovalada de unos labios en alargado
Shh…
Guardando el secreto que explica
el motivo de quien espera.
Deteniendo la imagen del anhelo,
como si por alguna magia el tiempo no fuera a pasar.

Anda brincando entre curvas los puntos suspensivos,
como fluido péndulo que marca el desesperado
intento de seguir la rueda de la norma.

El insomnio se acurruca en esos “mientras tantos.
Cuelga su hamaca entre los signos de pregunta
que rondan sobre nuestras cabezas
mientras dicha espera va poco a poco tornandose en solo un recuerdo.

Despues de todo…
¿Cuanto puede esperarse despierto
la vida que se forjó,
como escape a la rutina,
soñando?